Enol y Ercina
Enol y Ercina, para muchos sólo los lagos de Covadonga, para mí los artífices de cambiar la forma de vivir y de pensar de un ser humano, yo mismo. Los delfines, como todos los cetáceos, esos humanos en el mar.
En esta exposición podemos ver reminiscencias de esa evolución que les hizo abandonar la tierra hace 60 millones de años y adentrarse en el mundo marino, cambiando las patas por aletas, con cuerpo fusiforme manteniendo internamente todos los rasgos de los mamíferos.
Como anécdota en el cilindro vertical podemos ver un ejemplo de ello, un bebé de delfín con “bigotes”.